martes, 16 de abril de 2013

Gracias


Atrapado en aquel lugar. En aquel mundo que había descubierto en su vida hacia tan solo unos meses. Un capítulo de mi vida que hoy quiero reflejar en este papel, tal y como está en mi memoria.
No se si quizás me recuerdas. Nos conocimos hace un tiempo, tú, Murcia y el cielo. Quien me trajo a ti. Aún hoy agradezco a aquel tren cercanías, que conseguía que con aquella eterna media hora yo pudiera volver a tenerte entre mis brazos. La despedida se revalorizaba con aquel contacto piel con piel. Todavía recuerdo aquel pobre coche, que haciendo todo lo que sabía, nos llevaba a tu pueblo. Un sitio acogedor por el que había pasado años antes ya que mi hermano corría carreras populares. Las campanas de la Iglesia parecían darme la bienvenida. Nos fuimos a la plaza rodeada con arboles y algún que otro hombre mayor tomando el fresco que comenzaba a venir con la llegada del otoño. Yo a penas vestía una camisa vaquera, que conseguía que el relente que empezaba a caer con el anochecer traspasara hasta llegar a mi cuerpo. Cruzamos miradas, sonrisas y algún que otro beso en aquella mesa de estrella levante que sostenía la cerveza. Jugamos de camino al coche y al llegar a casa cocinaste tu mismo un pizza de jamón y queso. Quedaba poco para la despedida y me llego tu madre. Yo no sabia que decir ni donde meterme, y tu gata me miraba con cara de indiferencia. Poco después me llevaste al tren, nuestro día juntos llegaba a su ocaso. El chirriar del tren con las vías me quedaba indiferente ante la tristeza de dormir otra noche sin tu cabeza en mi pecho. Antes de subir, me cogiste del brazo y pegaste tus labios con la mayor fuerza que lo habías hecho nunca. Entonces supe que tu no eras una persona que iba a pasar por mi vida sin dejar huella alguna.
Los días pasaban entre tus buenos días y tus buenas noches. Y con ello crecía la ilusión. Ese sentimiento de volver a verte y abrazarte una vez mas, tan solo una... Anhelaba cada viernes para poder dormir abrazado a ti. Sin embargo, la vida cambia y llega el día en que tienes que seguir adelante tú solo, sin esa persona con la que compartías cada momento. Y entonces comprendes que el significado de la vida, está en aprender, en luchar sin un porque y en vivir para ser feliz. Porque pasará el tiempo, tendré nuevos amores y tal vez vuelva a perderlos. Pero tengo claro, que tú para mi, has sido, lo eres y serás aquella persona que un día entró en mi vida y escribió uno de los capítulos mas grandes en mi libro de la vida.

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