Atrapado en aquel lugar. En aquel mundo
que había descubierto en su vida hacia tan solo unos meses. Un
capítulo de mi vida que hoy quiero reflejar en este papel, tal y
como está en mi memoria.
No se si quizás me recuerdas. Nos
conocimos hace un tiempo, tú, Murcia y el cielo. Quien me trajo a
ti. Aún hoy agradezco a aquel tren cercanías, que conseguía que
con aquella eterna media hora yo pudiera volver a tenerte entre mis
brazos. La despedida se revalorizaba con aquel contacto piel con
piel. Todavía recuerdo aquel pobre coche, que haciendo todo lo que
sabía, nos llevaba a tu pueblo. Un sitio acogedor por el que había
pasado años antes ya que mi hermano corría carreras populares. Las
campanas de la Iglesia parecían darme la bienvenida. Nos fuimos a la
plaza rodeada con arboles y algún que otro hombre mayor tomando el
fresco que comenzaba a venir con la llegada del otoño. Yo a penas
vestía una camisa vaquera, que conseguía que el relente que
empezaba a caer con el anochecer traspasara hasta llegar a mi cuerpo.
Cruzamos miradas, sonrisas y algún que otro beso en aquella mesa de
estrella levante que sostenía la cerveza. Jugamos de camino al coche
y al llegar a casa cocinaste tu mismo un pizza de jamón y queso.
Quedaba poco para la despedida y me llego tu madre. Yo no sabia que
decir ni donde meterme, y tu gata me miraba con cara de indiferencia.
Poco después me llevaste al tren, nuestro día juntos llegaba a su
ocaso. El chirriar del tren con las vías me quedaba indiferente ante
la tristeza de dormir otra noche sin tu cabeza en mi pecho. Antes de
subir, me cogiste del brazo y pegaste tus labios con la mayor fuerza
que lo habías hecho nunca. Entonces supe que tu no eras una persona
que iba a pasar por mi vida sin dejar huella alguna.
Los días pasaban entre tus buenos días
y tus buenas noches. Y con ello crecía la ilusión. Ese sentimiento
de volver a verte y abrazarte una vez mas, tan solo una... Anhelaba
cada viernes para poder dormir abrazado a ti. Sin embargo, la vida
cambia y llega el día en que tienes que seguir adelante tú solo,
sin esa persona con la que compartías cada momento. Y entonces
comprendes que el significado de la vida, está en aprender, en
luchar sin un porque y en vivir para ser feliz. Porque pasará el
tiempo, tendré nuevos amores y tal vez vuelva a perderlos. Pero
tengo claro, que tú para mi, has sido, lo eres y serás aquella
persona que un día entró en mi vida y escribió uno de los
capítulos mas grandes en mi libro de la vida.