Allí continuaba, sin apenas respirar, acostada en su fría
cama. Estaba arropada por las sábanas de franela. Su mirada, perdida en cada
lágrima del gotelé. Y en cada gota un mundo. Su mente traspasaba aquellas
cuatro paredes y se embarcaba en un viaje a un lugar único, maravilloso. Allí estaba
él, esperándola con su taza de café, en la orilla del mar. Las olas, cada vez
que se acercaban, mojaban sus pies. Siempre hallaba paz mirando los verdes ojos
de este, que hacían contraste con el fuerte azul del mar. Silencio, nadie
despegaba sus labios y sin embargo parecía que no callaban. Solo se oía el
crujir de las olas del mar y cada golpecito que el corazón de este hacía en el
cuerpo de la muchacha. La brisa marina se mezclaba con el after shave, y
llegaba a su nariz como una melodía de tranquilidad, de serenidad. Los besos,
al igual que las olas, iban y venían. Uno era correspondido por otro y cada
labio se negaba a separarse de su contrario. El sol, que había calentado su
piel, iba bajando poco a poco, y mientras su calor se apagaba, aquel mundo
idílico se iba con él. La estrella, sobrepasó el horizonte y la oscuridad se
hizo tras su salida. La negrura de la noche impedía ver los verdes ojos de
aquella persona que estaba con ella en la playa. Y esta negrura se fue
fundiendo, poco a poco con la oscuridad de sus pupilas. Cuando se dio cuenta,
había vuelto a su cuarto sin apenas ser consciente. Sabía que existía aquella playa y sabía que él
estaba allí, pese a ello solo había un problema, únicamente la pisará con él,
en el maravilloso mundo de su imaginación.
domingo, 29 de enero de 2012
domingo, 22 de enero de 2012
Esbozos del tiempo
Aún hoy te recuerdo
entre terribles nieblas de olvido.
Aún hoy cuando asumo que te pierdo
y de mi mente no has salido.
Aún hoy te contemplo
aunque mi corazón dolorido,
tenga miedo al paso del tiempo
y no cumpla lo prometido.
¿Por qué tus ojos haya
se adentran en cada sueño profundo,
alejándome de este mundo
y haciéndome arder en tu falla?
Porque deseo
y desespero entre sufrimientos,
que el viento me pose a tu lado
aún hoy cuando presiento tu aliento.
Juan Romero y Carmen Vivancos
21/1/2012
entre terribles nieblas de olvido.
Aún hoy cuando asumo que te pierdo
y de mi mente no has salido.
Aún hoy te contemplo
aunque mi corazón dolorido,
tenga miedo al paso del tiempo
y no cumpla lo prometido.
¿Por qué tus ojos haya
se adentran en cada sueño profundo,
alejándome de este mundo
y haciéndome arder en tu falla?
Porque deseo
y desespero entre sufrimientos,
que el viento me pose a tu lado
aún hoy cuando presiento tu aliento.
Pues golpeo
poco a poco mi mente para que olvide
como tú, ante mis pies postrado,
pegaste tus parpados para siempre.
Juan Romero y Carmen Vivancos
21/1/2012
miércoles, 11 de enero de 2012
Añoranza
Aun hoy te recuerdo entre terribles nieblas de olvido, aun
hoy cuando mis manos arrugadas y frías no soportan el triste bolígrafo que
llora tinta, al igual que tantas noches te he llorado yo. Porque aun hoy
recuerdo tu lacio pelo, tus verdes ojos y tú fina cara. Aun hoy añoro cada
palabra no dicha, cada caricia no dada y cada beso muerto. Conforme te haces
mayor, echas en falta cosas de tu etapa anterior y esperas con recelo el futuro
próximo. Envidias esos saltos que dabas de alegría, esas noches de fiesta y
esas locuras que hice por ti. Ahora ya anciano, estoy cansado de la vida que
cada día me ahoga más sin tu presencia, sin tu aliento, sin tu rostro… porque
nunca estuvimos juntos, por mucho valor que le echara a la vida, por tantas
veces que fui a verte y por cada mirada que cruzaba aquella angosta tienda. El
tiempo ha pasado, sabía que mi piel se arrugaría, que mi voz se marchitaría y
que mis piernas temblarían, pero hoy no tiemblan al verte, tiemblan por vejez.
Siempre desee que mis días acabaran contigo, que tu fueras la persona que
cerrara mis ojos cuando mi corazón dejara de bailar y que fueras la persona que
me echara de menos, pero no todos los sueños se hacen realidad. No sé dónde
estarás, ni si leerás esto, pero mi corazón no te ha olvidado e insiste en
recordarte que aun hoy, te extraño.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)